(Mt 22,34-40; Lc
10,25-28)
28Se le acercó un
letrado que había oído la discusión y notado lo bien que respondía, y le
preguntó:
-¿Qué mandamiento es
el primero de todos?
29Respondió Jesús:
-El primero es:
"Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor; 30amarás al
Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con
todas tus fuerzas". 31 El Segundo, éste: "Amarás a tu prójimo como a
ti mismo". No hay ningún mandamiento mayor que éstos.
32El letrado le dijo:
-Muy bien, Maestro,
es verdad lo que has dicho, que es uno solo y que no hay otro fuera de él; 33y
que amarlo con todo el corazón y con todo el entendimiento y con todas las
fuerzas y amar al prójimo como a uno mismo supera todos los holocaustos y
sacrificios.
34Viendo Jesús que había
respondido inteligentemente, le dijo:
-No estás lejos del
reino de Dios.
Y ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas.
Doctrina de los
letrados. El hijo/sucesor de David. (Mt 22,41-46; Lc 20,41-44).
35Mientras enseñaba
en el templo, abordó Jesús la cuestión preguntando:
-¿Cómo dicen los
letrados que el Mesías es sucesor de David? 36David mismo, movido por el
Espíritu Santo dice:
Dijo el Señor a mi
Señor: Siéntate a mi derecha,
mientras hago de tus
enemigos estrado de tus pies (Sal 110,1).
37 David mismo lo
llama Señor; entonces, ¿de dónde sale
que es sucesor suyo?
La multitud, que era
grande, disfrutaba escuchándolo.
Conducta de los
letrados (Mt 23,1-36; Lc 20,45-47).
38Entre lo que
enseñaba, dijo:
-¡Cuidado con los
letrados! Esos que gustan de pasarse con sus vestiduras y de las reverencias en
la calle, 39de los primeros asientos en las sinagogas y de los primeros puestos
en los banquetes; 40esos que se comen los hogares de las viudas con pretexto de
largos rezos. Esos tales recibirán una sentencia muy severa.
EXPLICACIÓN.
28-40. Tercer tríptico: Jesús y los letrados.
b) (12,35-37): Doctrina de los letrados sobre el Mesías. Desde la entrada en Jerusalén y la aclamación mesiánica de la multitud (11,9s), estaba pendiente la cuestión del mesianismo de Jesús. Ataca la doctrina de los letrados. El Mesías no es hijo/sucesor de David (cf. 10,47s), sino su Señor (cf. 11,3). Es decir, David no es modelo para el Mesías ni el reino de éste va a limitarse a Israel. Jesús rechaza el mesianismo davídico, el de un rey guerrero y victorioso, fomentado por la enseñanza oficial (letrados). La restauración del trono de David y la hegemonía de Israel sobre los demás pueblos no son más que una ilusión y son incompatibles con el designio universal de Dios (cf. 8,33: <<la idea de Dios>>; 3,14, Israel, al servicio de los demás pueblos).
c) (12,38-40): Praxis de los letrados, su ambición de honor y dinero. Deseo de prestigio y preeminencia (38); quieren ser siempre primeros (39; cf. 9,35; 10,44). Utilizan la religión para explotar a los débiles (cf. 7,6) (40).
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