jueves, 11 de agosto de 2011

III. SEÑALES DEL ÉXODO DEL MESÍAS. SITUACIÓN DE ISRAEL. Mc 6,33-56

(Mt 14,13-14; Lc 9,11)

33Los vieron marcharse y muchos los reconocieron; entonces, desde todos los pueblos fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. 34Al desembarcar ·0 una gran multitud; se conmovió, porque estaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.

Incomprensión de los discípulos. (Mt 14,15-17; Lc 9,12-13; Jn 6,5-9)

35 Avanzada ya la tarde se le acercaron sus discípulos y le dijeron:
-El lugar es un despoblado y es ya tarde; 36despídelos que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer.
37El les contestó:
-Dadles vosotros de comer.
Le dijeron:
-¿Vamos a comprar panes por doscientos denarios de plata para darles de comer?

El pan del éxodo para Israel (Mt 14,18-23a; Lc 9,14-17; Jn 6,1-15)

38Él les dijo:
-¿Cuántos panes tenéis? Id a ver.
Cuando lo averiguaron, le dijeron:
-Cinco, y dos peces.
39Les ordenó que los hicieran recostarse a todos en la hierba verde formando corros, 40pero se echaron formando cuadros de ciento y de cincuenta.
41Tomando él los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció una bendición, partió los panes y los fue dando a los discípulos para que los sirvieran; también los dos peces los dividió para todos. 42Comieron todos hasta saciarse, 43y recogieron de trozos doce cestos llenos, también de los peces. 44 Los que comieron los panes eran cinco mil hombres adultos.
45Enseguida obligó a sus discípulos a que se montaran en la barca y fueran delante de él al otro lado, en dirección a Betsaida, mientras él despedía a la multitud. 46Cuando se despidió de ellos se marchó al monte a orar. 

Travesía. Jesús anda sobre el agua (Mt 14,23b-33; Jn 6,15-21)

47 Caída ya la tarde estaba la barca en medio del mar y él solo en tierra. 48Viendo el suplicio que era para ellos avanzar, porque tenían el viento en contra, en el último cuarto de la noche fue hacia ellos andando sobre el mar, con intención de pasarlos.
49Ellos, al verlo andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y empezaron a dar gritos; porque todos lo vieron y se asustaron. Él les habló enseguida y les dijo:
-Animo, soy yo, no temáis.
51Se montó en la barca con ellos y el viento cesó. Su estupor era enorme, 52 pues no habían entendido cuando lo de los panes; es más, su mente había quedado obcecada.
53 Atravesaron hasta tocar tierra, llegaron a Genesaret y atracaron.

Curaciones (Mt 14,34-36) 

54Al bajar ellos de la barca, algunos lo reconocieron y, en seguida, 55recorriendo toda aquella comarca, empezaron a transportar en camillas a los que se encontraban mal, hasta donde oían que estaba.
56En cualquier parte que entraba, aldeas, pueblos o caseríos, colocaban a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejase tocar aunque fuera el borde de su manto; y cuantos lo tocaron obtuvieron la salud. 

EXPLICACIÓN.

6,33-8,26. Tercera sección. Señales del éxodo mesiánico. Un episodio central (7,1-23) divide la sección en dos partes paralelas. La primera (6,33-56) gira en torno al reparto de pan a una multitud judía; la segunda (7,24-8,26), en torno al reparto a una multitud pagana. 

a) (6,33-34): Situación de Israel. La gente no va detrás de Jesús, sino del grupo entero; quiere decir que han conocido también la actividad de los discípulos en la misión reciente (33). Conmovido, cf. 1,41; Jesús renuncia a la instrucción particular a sus discípulos para ocuparse de la multitud. Como ovejas sin pastor, cf. Ez 34,8.31, abandonados por los dirigentes, sin un sentido para su vida. La situación de este pueblo equivale a la de muerte de la hija de Jairo. La enseñanza, ahora sin parábolas, propone la posibilidad de una alternativa (34).

b) (6,35-37): Los discípulos interrumpen la enseñanza. No sienten solidaridad alguna con la multitud (despídelos), Piensan en las categorías de la sociedad: cada uno debe proveer para sí mismo, por medio del dinero (se compren) (35-36).Jesús opone «dar» (dadles vosotros de comer) a «comprar». Ellos insisten en «comprar» y quieren mostrar a Jesús la imposibilidad de su propuesta (doscientos denarios de plata).

c) (6,38-46). Centro: Reparto del pan. Como en el primer éxodo Dios alimentó a Israel en el desierto (Éx 16), en el éxodo definitivo Jesús va a alimentar a la multitud judía en el lugar desierto (despoblado). Cinco más dos, siete: totalidad del alimento disponible (38); «cinco» está en relación con los «cinco mil hombres adultos» (44). Comer recostados (39) era propio de hombres libres (cf. 2,15); la hierba verde, promesa de abundancia (cf. Sal 72,16). La gente no forma corros, como ha dicho Jesús, sino cuadros que recuerdan la organización establecida por Moisés para administrar justicia (Éx 18,21-25); esperan ser gobernados por los discípulos (cf. 6,33, donde van detrás del grupo, no de Jesús), sin comprender la libertad a que Jesús los llama (40). Pronunci6 una bendición, alabanza y acción de gracias: lo que antes pertenecía a los discípulos se reconoce ahora como don de Dios (alzó la mirada al cielo). Los bienes creados, desvinculados de la propiedad que los acapara (contra «comprar», vv. 36.37), bastarían sobradamente para alimentar a Israel (doce cestos) (41-43). Cinco mil hombres adultos, cf. 1 Re 18,4.13; 2 Re 2,7.16: grupos proféticos de «cincuenta hombres adultos»; «cincuenta», número del Espíritu (cf. Nm 11,29) (44). Teniendo en cuenta la actitud de la gente, Jesús aleja a los discípulos de ella y los fuerza a embarcar en dirección a país pagano (45, Betsaida;  cf. 8,22a). Segunda vez que Jesús ora; como en 1,35, los discípulos corren peligro de ceder al deseo de hacer de Jesús un líder de masas (46).

d) (6,47-53): El viento contrario es también ahora (cf. 4,37) símbolo del mal espíritu que mueve a los discípulos: se resisten a desaprovechar la ocasión de triunfo popular y a dirigirse a tierra pagana (Betsaida, cf. 8,22a), según la indicación de Jesús (45). Último cuarto: los judíos dividían la noche en tres partes, los paganos, en cuatro (cf.13, 35); como la mención de Betsaida, alude a la misión; andar sobre el mar, propio de Dios (cf. Job 9,8; 38,16); pasar/os, manifestación divina (cf. Éx 33,22s; 34,6) (48). Los discípulos no pueden admitir la realidad del Hombre-Dios (cf. 4,41) Y lo consideran un fantasma (49-50). El episodio de los panes no les ha enseñado la calidad del mesianismo de Jesús, antes al contrario, la esperanza de triunfo los ha fijado aún más en las categorías del falso mesianismo. La obcecación (52; cf. 3,5, de los fariseos) corresponde al viento contrario (48). De hecho, no llegan a Betsaida, sino a Genesaret, en territorio judío (53).


e) (6,54-56). Las curaciones continúan la de la mujer con flujos (5,27s.34: tocar, curarse/salvarse); es decir, muchos marginados encuentran vida en la alternativa de  Jesús.

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