(Mt 24,3: Lc 21,7)
3Mientras estaba
sentado en el Monte de los Olivos, enfrente del templo, le preguntó aparte
Pedro, con Santiago, Juan y Andrés:
-Dinos cuándo van a
ocurrir esas cosas y cuál va a ser la señal, cuando esto esté tocando todo a su
fin.
EXPLICACIÓN.
3-4. Pregunta: En el Monte de los Olivos, figura del estado
glorioso definitivo (sentado) de Jesús, después de su pasión y muerte (11,1;
14,25; cf. Ez 11,23). Sigue enfrentado con el templo explotador (cf. 11,2;
12,41; Zac 14,4). Mc va a insertar, pues, un dicho profético de Jesús al grupo
de discípulos, comunicado después de su muerte (en el discurso no hay mención
de ésta ni de la resurrección, pertenecen al pasado). Pedro arrastra a los
demás (1,36; 8,29; 9,5; 10,28; 14,29); primer subgrupo de los Doce (los tres
primeros, cf. 3,16s; 5,37; 9,2); Andrés representa al segundo subgrupo (3,18);
el tercero, Judas, después de la resurrección, ya no está. Los cuatro
representan, por tanto, a todos los discípulos (israelitas) de Jesús después de
la resurrección (3). Urgencia (Dinos). Quieren saber el momento del desastre
anunciado (13,2); creen que la situación extrema será anuncio del cambio de
época y del reino mesiánico (el fin; tocar a su fin, Dn 8,13; 9,27; 11 ,31) Y
esperan una señal (cf. 8,11.12, de los fariseos) de la intervención divina
salvadora (cf. Dn 9,24; 12,1-7). Los discípulos conservan su ideal de gloria
nacional (8,33: «la idea humana») aun después de la resurrección (cf. Hch 1,6);
no comprenden, a pesar de la muerte de la higuera (11,20), de la parábola
(12,9) y de la predicción anterior (13,2) (4).
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