jueves, 25 de agosto de 2011

JESÚS ANTE EL CONSEJO. Mc 14,53-72

(Mt 26,57-68; Lc 22,54-55.63-71; Jn 18,13-14.19-24).

53 Condujeron a Jesús ante el sumo sacerdote, y se reunieron todos los sumos sacerdotes, los senadores y los letrados.
54 Pedro lo siguió de lejos hasta el interior del atrio del sumo sacerdote y se quedó sentado entre los guardias, calentándose en la lumbre.
55 Los sumos sacerdotes y el Consejo en pleno buscaban un testimonio contra Jesús para condenarlo a muerte, pero no lo encontraban, 56pues, aunque muchos testimoniaban en falso contra él, sus testimonios no eran adecuados. 57Levantándose algunos, testimoniaban falsamente contra él diciendo:
58-Nosotros le hemos oído decir: "Yo derribaré este santuario, obra de manos humanas, y en tres días edificaré otro, que no será obra de manos humanas".
59 Pero tampoco así era adecuado su testimonio.
60 Entonces el sumo sacerdote se puso en pie en el centro e interrogó a Jesús:
-¿No respondes nada? ¿Qué significan estos cargos en contra tuya?
61 Pero él seguía callado y no respondía nada.
El sumo sacerdote reanudó el interrogatorio preguntándole:
-¿Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios bendito?
62 Contestó Jesús:
-Yo soy. Y veréis al Hombre sentado a la derecha de la Potencia y llegar entre las nubes del cielo.
63 El sumo sacerdote se rasgó las vestiduras, diciendo:
-¿Qué falta nos hacen ya testigos? 64Habéis oído la blasfemia. ¿Qué os parece?
Todos sin excepción pronunciaron sentencia de muerte.
65 Algunos se pusieron a escupirle y, tapándole la cara, le daban golpes, diciéndole:
-¡Haz de profeta!
También los guardias lo recibieron a bofetadas.

Pedro reniega de Jesús (Mt 26,69-75; Lc 22,56-62; Jn 18,15-18.25-27)

66 Mientras Pedro estaba en el atrio llegó una criada del sumo sacerdote 67y, al ver a Pedro calentándose, se le quedó mirando y le dijo:
-También tú estabas con el Nazareno, con ese Jesús.
68Él lo negó diciendo:
-¡Ni sé ni entiendo lo que dices tú!
Salió fuera, al zaguán, y un gallo cantó. 69Pero la criada lo vio y esta vez se puso a decir a los presentes:
-Éste es uno de ellos.
70Él volvió a negarlo. Poco después, los presentes mismos se pusieron a decirle a Pedro:
-Seguro que eres de ellos, porque eres también galileo.
71Pero él se puso a echar maldiciones y a jurar:
-¡No sé quién es ese hombre que decís!
72 Y, enseguida, por segunda vez, cantó un gallo. Pedro recordó las palabras que le había dicho Jesús: "Ante que el gallo cante dos veces, renegarás de mi tres", y se echó a llorar.

EXPLICACIÓN.

53-72. Primera sección: El juicio ante el Consejo judío. Transición (14,53): El Consejo, autoridad suprema del pueblo. 

a) (14,54): Pedro. De lejos, adhesión a Jesús, pero sin aceptar ni hacer suyo su destino (8,31-33); aún espera Pedro una intervención divina que salve a Jesús de la muerte y le permita vencer a sus enemigos. 

b) (14,55-64): Juicio; condena a muerte preconcebida. Búsqueda inútil de una acusación que justifique esa condena (55-59). El sumo sacerdote: silencio de Jesús ante la mala fe (60-61a). Pregunta decisiva: su formulación corresponde al título del evangelio (1,1, «Hijo de Dios», no «hijo de David», 10,47.48; 12,35-37) (61b). Jesús declara ser ese Mesías y lo identifica con el Hombre (8,31); afirma la realeza y condición divina de éste (a la derecha, d. 12,36) Y anuncia una venida que sus jueces van a presenciar, la destrucción de Jerusalén (cf. 9,1; 13,30: «en esta generación"). Dios está con Jesús y en contra de la institución que ellos representan (11,17; 12,9) (62). Acusación de blasfemia (penada con la muerte). Unanimidad en la sentencia (63-64).

c) (14,65): La burla. Se desata el odio contra Jesús; se ridiculiza su calidad de profeta (6,4) y la profecía que acaba de pronunciar. Los subalternos siguen el ejemplo de sus jefes.


d) (14,66-72): El discípulo (Pedro). Se cumple la predicción de Jesús (14,30). Triple negación: ruptura definitiva con un Mesías que no ofrece resistencia (71). Desconsuelo de Pedro (72).

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