domingo, 7 de agosto de 2011

TÍTULO DE LA OBRA. LA PREPARACIÓN. Mc 1,1-13.

11 Orígenes de la buena noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios.

Juan, el mensajero prometido (Mt 3,1-3; Lc 3,1-6; Jn 1,19-23)

2Como estaba escrito en el profeta Isaías, «Mira, envío mi mensajero delante De ti; él preparará tu camino» (Ex 23,20; cf. Mal 3,1);
3«una voz grita desde el desierto:
-Preparad el camino del Señor, enderezad sus senderos» (Is 40,3).
4Se presentó Juan Bautista en el desierto proclamando un bautismo en señal de enmienda, para el perdón de los pecados.
5Fue saliendo hacia él todo el país judío, incluidos todos los vecinos de Jerusalén, y él los bautizaba en el río Jordán, a medida que confesaban sus pecados.

Juan, precursor (Mt 3,4.11-12; Le 3,15-17; Jn 1,24-27.29-34)

6Juan iba vestido de pelo de camello, con una correa de cuero a la cintura, y comía saltamontes y miel silvestre.  7Y proclamaba:
-Llega detrás de mí el que es más fuerte que yo, y yo no soy quién para agacharme y desatarle la correa de las sandalias. 8Yo os he bautizado en agua, él os bautizará con Espíritu Santo.

Jesús: Bautismo e investidura  (Mt 3,13-4,11; Lc 3,21-4,13)

9Sucedió que en aquellos días llegó Jesús desde Nazaret de Galilea, y Juan lo bautizó en el Jordán.
10Inmediatamente, mientras salía del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar como paloma hasta él.  11Hubo una voz del cielo: -Tú eres mi Hijo, el amado, en ti he puesto mi favor.
12Inmediatamente el Espíritu lo empujó al desierto. 13Estuvo en el desierto cuarenta días, tentado por  Satanás; estaba entre las fieras y los ángeles le prestaban servicio.

EXPLICACIÓN.

1. Título de la obra: Van a narrarse los hechos que dieron origen a la buena noticia, cuyos efectos experimentan los destinatarios. Este origen está en la persona, mensaje y actividad de Jesús, Mesías (título judío, cf. 8,29; 14,61), Hijo de Dios (título universal, cf. 3,11; 5,7; 14,61; 15,39).

El Evangelio de Marcos se divide en introducción (1,2-13), dos grandes períodos de actividad y el desenlace. Después de la perícopa que enlaza la introducción y el primer período (1,14-15), éste (1,16- 8,26) expone la universalidad de! reinado de Dios y las señales del éxodo mesiánico; desemboca en la perícopa donde se reconoce a Jesús por Mesías (8,27-30), que hace de puente con e! segundo período (8,31- 13,37); en éste, durante e! camino que lleva a Jerusalén, se exponen el destino del Hombre y las condiciones del seguimiento y, ya en Jerusalén, se narra la denuncia del templo/institución. El desenlace (14,1- 15,47) relata la pasión y muerte de Jesús y termina, como epílogo, con e! anuncio de la resurrección (16,1-8). El apéndice (16,9-20) no pertenece a la obra de Marcos.

2-13. Tríptico introductorio: La preparación: a) Juan, cumplimiento de profecías (1,2-5); b) Juan, precursor (1,6-8); c) investidura mesiánica de Jesús y horizonte de su vida pública (1,9-13).

a) (1,2-5): En la misión de Juan se resume la función de todo el AT, preparar el camino del Señor, exhortando a un cambio de vida. Al citar conjuntamente las dos profecías, Mc identifica el camino de Jesús (2) con el de Dios (3). La actividad de Jesús será la de Dios mismo, y su obra consistirá en realizar un éxodo (v. 2, cf Éx 23,20). El cambio de vida a que exhorta Juan cancela las anteriores injusticias del hombre (bautismo/inmersión, símbolo de muerte al pasado) (4). Así prepara el camino del Señor. Juan sigue la línea de la predicación profética, cf. Is 1,17s. Respuesta masiva al pregón de Juan, prueba y manifestación del descontento general con la situación (5). Juan hace tomar conciencia a todos de ser responsables de ella, debido a las injusticias personales (confesaban sus pecados). Todos han de rectificar su conducta si aspiran a un cambio en la sociedad. El río Jordán, frontera de la tierra prometida (Nm 13,29; Jos 4,5; 5,1). Oposición entre el desierto y Jerusalén: el pueblo no va a buscar el perdón en el templo. Fue saliendo (5), como en el éxodo de Egipto (Éx 13,4.8; Dt 11.10, etc.); el país judío, tierra de opresión.

b) (1,6-8): Juan, descrito con los rasgos de Elías (2 Re 1,8), supuesto precursor del Mesías (Mal 3,23), anuncia la sustitución de la alianza (cf. 14,24), pues e! papel de Esposo (cf. 2,19s), propio de Dios en el AT (Os 2,4ss; ls 54,62; Jr 2; Ez 10), corresponde ahora a Jesús (no soy quién para ... desatarle la correa de la sandalia, cf. Rut 3,5-11). Misión del Mesías, infundir el Espíritu (cf. Is  44,3-5; Ez 36,26-28), que consagra al hombre en la fidelidad a Dios (Santo/santificador): aspecto individual del reinado de Dios.

c) (1,9-13): En aquellos días Jr 31,31.33, de la nueva alianza; Jl 3,2, de la efusión del Espíritu), la época del cumplimiento de las promesas. Presentación de Jesús, el protagonista del Evangelio.  Procede de Galilea, no, como se esperaba, de Judea; en concreto, de Nazaret, en la zona montañosa de Galilea, donde se mantenía vivo el espíritu nacionalista violento (9). Con su bautismo muestra su solidaridad con el movimiento de protesta comenzado por Juan y con su exhortación al cambio de vida. Su bautismo, sin embargo, no significa una muerte al pasado (no hay confesión de pecados), sino un compromiso de entrega por el bien de los hombres que incluye la disposición a dar la vida por ellos (cf. 10,38s) (10).

Respuesta celeste al compromiso de Jesús: plena y permanente comunicación de Dios a Jesús (rasgarse el cielo); Dios le comunica la plenitud de su vida/fuerza (el Espíritu, unción mesiánica, cf. Is 11,9s; 42,1-4; 61, ls). Paloma remite a la primera creación (Gn 1,2: «el Espíritu del Señor se cernía sobre las aguas»): el Espíritu termina la creación llevando a Jesús a la plenitud humana (el Hijo del hombre = e! Hombre) (10). La voz del cielo declara a Jesús, e! Hombre, Hijo de Dios (rey Mesías, cf. Sal 2,7), amado (nuevo Isaac, cuya entrega acepta el Padre, cf. Gn 22,2), objeto del favor divino (Servidor de Dios: Is. 42,1, con misión universal: Is. 49,1-13, y que da su vida para realizada: Is. 50,4-9; 51,1-8; 52,13-53,12). Investidura mesiánica, pero de un Mesías muy diferente del “hijo/sucesor de David" (10,47s; 11,9s; 12,35-37) esperado. Está presente el que es más fuerte que Juan (1,7) (11).


El Espíritu, fuerza de vida y amor, lo empuja al desierto, que representa la sociedad judía (12). Toda la vida pública de Jesús (40 días, cf. los 40 años del éxodo de Israel) va a ser camino (1,2) hacia la tierra prometida (muerte-resurrección). Repetidamente se le presentará la tentación del poder (Satanás; cf. 1,24.34.37; 3,11s; 8,11.32s; 10,2; 11,9s; 12,15), vivirá entre enemigos mortales (las fieras, cf. Dn 7) y tendrá colaboradores en su labor (los ángeles; cf. 1,2.4, donde Juan Bautista se identifica con el mensajero/ángel anunciado) (13).

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